SUEÑO Y ALCOHOL

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30 noviembre, 2017

SUEÑO Y ALCOHOL |

Son bastante desconocidos los mecanismos de acción a corto y largo plazo sobre el
sueño por la administración de alcohol. Pueden surgir por la interacción entre el ácido
γ-aminobutírico (GABA), la serotonina (5-hidroxitriptamina; 5-HT), la adenosina u otros
sistemas neurotransmisores (Landolt y Gillin, 2001).
Según Landoltet al. (1996) los datos demuestran que la ingesta de alcohol altera la
consolidación del sueño, afecta a la distribución de sus fases, y altera el
electroencefalograma (EEG) del sueño.
Esta afirmación ha sido corroborada por el estudio de Ebrahimet al., (2013) quienes
realizaron una evaluación cualitativa de todos los estudios científicos que conocían
sobre el impacto de la ingestión de alcohol en el sueño nocturno en voluntarios sanos.
Según este estudio, el alcohol provoca en todas las dosificaciones:
 Una reducción en la latencia de inicio del sueño.
 Un sueño de primera mitad más consolidado.
 Un aumento en la interrupción del sueño en la segunda mitad del sueño.
Respecto al sueño de movimiento rápido de los ojos (rapideyemovement [REM])
 Con dosis bajas y moderadas no se muestra una tendencia clara en la primera
mitad de la noche.
 Con dosis altas el efecto en la primera parte del sueño es significativa.
 En dosis moderadas y altas el porcentaje de sueño REM total en la noche
disminuye en la mayoría de los estudios, mientras que en dosis bajas no se
observa una tendencia.
 Con todas las dosis la aparición del primer período de sueño REM se retrasa
significativamente. Este resultado, junto con la reducción del sueño REM total,
parece ser el efecto más reconocible de la influencia del alcohol en el sueño.
Sueño de onda lenta (slow wave sleep[SWS])
En referencia al sueño de ondas lentas la mayoría de los estudios, con independencia
de la dosis la edad y el sexo, confirman un aumento en el SWS en la primera mitad de
la noche en relación con los valores base. Sin embargo, el aumento de SWS total a lo
largo de la noche sí depende de las dosis altas de alcohol.
El impacto del alcohol en el SWS en la primera mitad de la noche parece ser más
potente que el efecto en el sueño REM, pero este fenómeno no parece que influya en
la reducción del sueño REM.
Por otra parte, un dato significativo que aportan Brower, Aldrich y Hall (1998) es que,
según estudios recientes, ciertas alteraciones en la estructura del sueño, así como las
quejas subjetivas de sueño pueden estar prediciendo la recaída en el alcoholismo.
Llegamos pues a la conclusión de que la ingesta del alcohol interfiere en el desarrollo
natural del sueño, y que lo que parecen efectos beneficiosos por conciliarlo antes se
traducen a lo largo de la noche en una interferencia en sus fases, que lo hacen menos
eficaz para el descanso de nuestro cerebro.

Brower, K. J., Aldrich, M. S. y Hall, J. M. (1998). Polysomnographic and
subjectivesleeppredictors of alcoholicrelapse. Alcoholism: Clinical and
Experimental Research, 22(8), pp. 1864-1871.
Ebrahim, I. O., Shapiro, C. M., Williams, A. J. y Fenwick, P. B. (2013). Alcohol and
Sleep I: Effectson Normal Sleep. Alcoholism: Clinical and Experimental
Research 37(4), pp. 539–549. doi: 10.1111/acer.12006
Landolt, H. P. y Gillin, J. C. (2001).SleepAbnormalitiesDuringAbstinence in Alcohol-
DependentPatients. Molecular Diagnosis &Therapy, 15(5): 413-425.
doi:10.2165/00023210-200115050- 00006
Landolt, H. P., Roth, C., Dijk, D. J., Borbély, A. A. (1996). Late-
afternoonethanolintakeaffects nocturnal sleep and thesleep EEG in middle-
agedmen. Journal of ClinicalPsychopharmacology, 16(6), pp. 428-36.

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