¿Qué motiva a consumir cocaína? Mónica Domingo Martínez|

El artículo “El abuso de cocaína, ¿problema de oferta o de demanda social?: un estudio
transcultural y correlacional que compara variables macrosociales, económicas y
culturales”, de Jesús Saiz Galdós, tiene como objetivo demostrar la relación entre el
tráfico y oferta de droga y sus efectos sobre el consumo, destacando otros aspectos
determinantes de las sociedades en las que se da esta demanda.
España se situaba en 2005 en el segundo puesto como país más consumidor de cocaína
después de EEUU, siendo especialmente alarmante el aumento de la población juvenil
consumidora. Por ello, esta investigación se centra en los factores macroeconómicos,
macrosociales y culturales relacionados con la demanda y consumo de cocaína.
Algunos autores relacionan la demanda de cocaína con el asentamiento de hábitos
consumistas, el ascenso del ocio nocturno y valores morales centrados en el éxito social.
Otros autores, desde un punto de vista socioeconómico, proponen que el hedonismo e
individualismo de nuestra sociedad actúan como riesgos para el abuso del consumo.
Las hipótesis que se quiere comprobar en este estudio son si el mayor tráfico de cocaína
implica mayor consumo, la posibilidad de predecir que la desigualdad económica es
independiente del abuso de cocaína, una correlación positiva entre valores de
autoexpresión y el abuso de la sustancia a la vez que una correlación negativa entre
valores tradicionales y el consumo, y finalmente otra correlación positiva entre valores
subjetivos de bienestar con el PNB.
Se contó con una muestra de 62 países en los que se analizó el estado subjetivo de
bienestar, PNB, las dimensiones culturales de Inglehart y el GINI (grado de equidad o
desigualdad nacional).
Los resultados demostraron que la oferta de la sustancia es un factor transnacional
esencial, pero no por sí sola, sino acompañada de factores médicos, psicológicos,
sociales y culturales. El mayor abuso de la sustancia se da en sociedades con niveles
altos de calidad de vida, igualdad económica y en los que la autoexpresión e
individualidad son valorados. En el caso de España, el consumo de cocaína parece
haber sido establecido por su localización geográfica estratégica para su tráfico, lo que
da lugar a una oferta desmesurada y por la falta de consolidación de valores
relacionados con el autocontrol. La posible solución a este problema se encuentra en
fomentar valores asociados a la autorregulación y autocontrol, con campañas de
prevención de consumo dirigidas especialmente a los jóvenes, promoviendo la
intolerancia hacia la legitimación de las drogas, un mayor control de la oferta así como
la promoción de distintas formas de ocio y conductas incompatibles con el consumo.

El artículo “El abuso de cocaína, ¿problema de oferta o de demanda social?: un estudio transcultural y correlacional que compara variables macrosociales, económicas y culturales”, de Jesús Saiz Galdós, tiene como objetivo demostrar la relación entre el tráfico y oferta de droga y sus efectos sobre el consumo, destacando otros aspectos determinantes de las sociedades en las que se  da esta demanda.

España se situaba en 2005 en el segundo puesto como país más consumidor de cocaína después de EEUU, siendo especialmente alarmante  el aumento de la población juvenil consumidora. Por ello, esta investigación se centra en los factores macroeconómicos, macrosociales y culturales relacionados con la demanda y consumo de cocaína.

Algunos autores relacionan la demanda de cocaína con el asentamiento de hábitos consumistas, el ascenso del ocio nocturno y valores morales centrados en el éxito social. Otros autores, desde un punto de vista socioeconómico, proponen que el hedonismo e individualismo de nuestra sociedad actúan como riesgos para el abuso del consumo.

Las hipótesis que se quiere comprobar en este estudio son si el mayor tráfico de cocaína implica mayor consumo, la posibilidad de predecir que la desigualdad económica es independiente del abuso de cocaína, una correlación positiva entre valores de autoexpresión y el abuso de la sustancia a la vez que una correlación negativa entre valores tradicionales y el consumo, y finalmente  otra correlación positiva entre valores subjetivos de bienestar con el PNB.

Se contó con una muestra de 62 países  en los que se analizó el estado subjetivo de bienestar, PNB, las dimensiones culturales de Inglehart y el GINI (grado de equidad o desigualdad nacional).

Los resultados demostraron que la oferta de la sustancia es un factor transnacional esencial, pero no por sí sola, sino acompañada de factores médicos, psicológicos, sociales y culturales. El mayor abuso de la sustancia se da en sociedades con niveles altos de calidad de vida,  igualdad económica y en los que la autoexpresión e individualidad son valorados. En el caso de España, el consumo de cocaína parece  haber sido  establecido por su localización geográfica estratégica para su tráfico, lo que da lugar a una oferta desmesurada y por la falta de consolidación de valores relacionados con el autocontrol. La posible solución a este problema se encuentra en fomentar valores asociados a la autorregulación y autocontrol,  con campañas de prevención de consumo dirigidas especialmente a los jóvenes, promoviendo la intolerancia hacia la legitimación de las drogas,  un mayor control de la oferta así como la promoción de distintas formas de ocio y conductas incompatibles con el consumo.