16 marzo, 2020
Emoción expresada y uso de drogas en jóvenes. Mónica Domingo Martínez|
La familia es tanto el principal factor de riesgo como de protección, siendo especialmente importantes las variables de interacción familiar en el inicio y mantenimiento del consumo. Se ha encontrado que la falta de comunicación y un clima familiar conflictivo contribuyen a generar carencias personales que influyen en el uso de drogas. El constructo de Emoción Expresada hace referencia a la hostilidad,crítica y sobreimplicación emocional encontrada en la comunicación de los familiares con el miembro que padece la adicción (u otra patología) y puede medirse a través de distintos índices o de la entrevista semiestructurada llamada CFI (Camberwell Family Interview).
Se ha encontrado una relación entre los componentes de la EE y la recaída y abandono del tratamiento en drogodependientes, especialmente en aquellos hogares en los que los niveles de hostilidad y criticismo son altos. La alta EE se asocia con recaídas independientemente de la educación de los pacientes y de la severidad de sus problemas con la sustancia, y además es el predictor más fuerte de recaídas en pacientes con patología dual como psicosis y consumo de sustancias.
En cuanto a la población juvenil, los estudios llevados a cabo son escasos, sin embargo los resultados son similares a aquellos realizados en población adulta. Algunos estudios encuentran relaciones entre el EE maternal y el aumento de que los niños sufrieran trastornos afectivos, depresivos y de abuso de sustancias. Otros trabajos obtienen que la alta EE en padres se asocia con conductas antisociales, delictivas y el uso de drogas. Se realizaron estudios con gemelos monocigóticos para medir los efectos del entorno familiar en el niño y se encontró que el gemelo que recibía más negatividad maternal y menos Calor desarrollaba más problemas de conducta antisocial y consumo de drogas. Todos estos resultados llevaron a la conclusión de que la mayor negatividad maternal, medida mediante el constructo de EE, puede ser una de las principales causas de la aparición de problemas de conducta y drogadicción en los hijos.
La comunicación e interacción dentro de la familia son factores de primer orden en los casos de drogodependencia. Las variables más relacionadas con el mismo son: clima familiar negativo, exceso de protección y falta de comunicación adecuada entre los miembros de la familia y conflicto familiar. Una alta EE es un predictor de la recaída en consumidores de heroína, alcohólicos y pacientes con patología dual. Por lo tanto contar con medidas de la EE podría ayudar a conocer si el ámbito familiar de un paciente actúa como un factor de riesgo y si tras aplicar una intervención para mejorar la situación familiar se produce realmente un cambio positivo. También puede ayudar a diseñar programas de prevención y tratamiento centrados en este factor y sus componentes.
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