Efectos del cannabis sobre la salud mental de jóvenes consumidores. Mónica Domingo Martínez|

Hace años algunos autores señalaban que el uso intenso y prolongado de canabis producía en los adultos un deterioro mental y físico, y en los aico, y n lostos un deterioro mental y fl uso intenso y prolongado de canabis produc consumo de la droga, hasta un aumento del dolescentes impedía la adecuada maduración de la personalidad. En la actualidad, un 14’8% de las urgencias por consumo de sustancias tóxicas ilegales se deben al cannabis y se caracterizan por crisis de ansiedad y pánico.

En las clasificaciones internacionales más recientes de trastornos mentales se recogen diversos cuadros psiquiátricos inducidos por cannabis, como abuso, intoxicación, delirium, dependencia, sin embargo no son específicos. Los jóvenes son la población de mayor riesgo y vulnerabilidad, ya que el inicio precoz del consumo aumenta la probabilidad de desarrollar dependencia, que no sólo afecta al aprendizaje sino también al futuro desempeño escolar y laboral, por lo que el consumo de cannabis se relaciona con conductas desadaptativas.

El síndrome de abstinencia es uno de los factores que ha demostrado la capacidad adictiva del cannabis, aunque inicialmente algunos investigadores se negaban a admitirlo, ya que su cuadro es poco específico y abrupto, además su similitud a cuadros ansiosos o depresivos facilita que pase desapercibido. El organismo puede tardar un par de meses en quedar totalmente libre de THC y en el proceso puede darse ansiedad, irritabilidad, agresividad, sudoración, temblores, etc.

También puede darse el síndrome amotivacional, un estado de pasividad e indiferencia en el que aparece una disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales debido al consumo prolongado. Existe cierta controversia respecto a otras consecuencias del consumo, como los estados psicóticos, ya que no se sabe con certeza si el consumo origina psicosis típicas o episodios de psicosis funcionales (esquizofrénica o afectiva).

En resumen, los principales efectos del cannabis pueden dividirse en efectos agudos y crónicos. Los efectos crónicos incluyen ansiedad, pánico, paranoia y disforia sobre todo en nuevos consumidores, pero también alteración de la atención y de la memoria y un déficit psicomotor. Por otra parte, los efectos crónicos abarcan desde el síndrome de abstinencia, caracterizado por la incapacidad de abstenerse o controlar el consumo de la droga, hasta un aumento del riesgo de desarrollo de esquizofrenia, además se ha encontrado que el consumo de cannabis en personas con esquizofrenia es una o dos veces más elevado que en el resto de la población, y trastornos psicóticos graves, al igual que un aumento del riesgo de padecer trastornos depresivos. Además, pueden darse formas sutiles de alteración cognitiva que afectan especialmente a la atención y la memoria y persisten mientras los consumidores permanecen crónicamente intoxicados, esto da lugar a una alteración en la educación y formación de los adolescentes ya que sus capacidades de aprendizaje pueden verse limitadas.