9 junio, 2016
Cocaina y paranoia Mónica Domingo Martínez|
La cocaína es una droga ilegal que se clasifica dentro de los psicoestimulantes (junto con las anfetaminas, xantinas y el tabaco; son sustancias que tienen la propiedad de activar o estimular las funciones del SNC).
La cocaína se obtiene de la planta Erythorsylon coca de Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia en donde se masca hoja desde hace dos mil años en tribus nativas americanas con el objetivo de eliminar la sensación de frío, hambre (efecto anorexígeno), cansancio y actuar como anestésico. En estas épocas la pureza de la cocaína era total, sin embargo en la actualidad la mezcla con la que se corta dicha sustancia aumenta, más aún, la gravedad de su consumo y sus consecuencias.
A nivel neurológico la cocaína es una droga de acción corta con efectos potentes y rápidos sobre el SNC. Esta sustancia cuando entra en el cuerpo bloquea rápida y cerebralmente la recaptación neuronal de dopamina, serotonina y noradrenalina (estos neurotransmisores quedarían libres en el espacio intersináptico durante más tiempo produciendo los efectos placenteros). La acción de la cocaína sobre las vías dopaminérgicas (núcleo accummbens) es esencial en el efecto reforzante de la sustancia explicando la dependencia que se desprende de su consumo.
Tras el consumo o intoxicación por cocaína se pueden describir tres fases, sin embargo pueden variar su presencia más o menos acusada en función de la dosis, la vía de administración y de la experiencia subjetiva en el consumidor:
– En un primer momento, y de forma muy rápida (aparece a los 15 segundos) la persona experimentará sensaciones como euforia, vigor, hipervigilancia, cambios perceptivos, desinhibición, sensación de prepotencia, activación sexual y aumento del autoestima. Esta primera fase de subida durará aproximadamente entre unos 60 y 120 minutos. Entre los signos físicos que surgen al cabo de una hora estarían dentro: la taquicardia, aumento de la presión arterial, sudoración, náuseas y vómitos. A nivel relacional la persona bajo los efectos en ocasiones se muestra suspicaz, agresiva y hostil y no son infrecuentes las peleas o agresiones.
– A continuación se produce una fase de bajada que se caracteriza en un descenso de la viveza y euforia, disminución de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.
– Por último y más frecuente en consumidores crónicos, aparece una fase de resaca, pasadas unas 24 horas aproximadas tras el consumo, donde se dan síntomas contrarios a los efectos producidos en el consumo. Los síntomas más característicos en este momento son el dolor de cabeza, cansancio y el humor depresivo.
Referencias:
Psicología clínica, Manual de Preparación al PIR.
Roncero, J., Ramos, J. A., Collazos, F., & Casas, M. (2001).Complicaciones psicóticas del consumo de cocaína. Adicciones, 13(supl 2), 179-190.
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